Voy con Santi a hacer trámites. Me dice que primero tenemos que ir a comer. Vamos a un bar de un amigo suyo, le digo que no tengo hambre y él igual me pide pasta. Yo me río porque parece que Santi fuera mi novio.
Me quedé a dormir a lo de Marian. Es en un hostel dónde ella tiene habitación enorme y privada. Nos levantamos temprano para buscar trabajo. Ella me presta unas chatitas azules grisáceas, y yo me las pongo pero son horribles. Salimos y ella gatea con el dueño del lugar, que le dice que tiene un regalo y ella le toca todos los bolsillos buscándolo. En un momento le da un beso y yo me quedo asqueada. Le saca las llaves del auto y le dice que va a ir a buscar el regalo ahí. Yo aprovecho la distracción y me voy a la pieza a ponerme de nuevo las zapatillas.
