Vienen los amigos de Panu a cenar a España, y tenemos una casa con una cocina y comedor enorme, tipo Liniers. Sepu está haciendo algo al horno, y hace un calor infernal. Escuchamos música y bailamos.
Voy al kiosko con Emma y no me quiere acompañar. Le digo que no nos vamos a ver en mucho tiempo porque yo mañana me voy, que quiero compartir tiempo con ella aunque sea ir al kiosko. Me dice «Bueno, te acompaño, pero te espero afuera».