Estamos en la cocina de Humberto Primo. Le digo a mi mamá que ya nos vamos. Está la Pochi, las dos se enojan, y nos gritan que no nos podemos ir. Panu y yo nos vamos enojados. Cruzamos el patio de Fonrouge con bronca y en el comedor la cruzo a Vir, le digo «si mamá te pregunta, le decís que ya nos fuimos». Vamos a la pieza y nos ponemos a llenar bolsos así nomás, tirando la ropa con furia. Salgo al pasillo y aparece una chica morochita, petisa, con anteojos, que dice que es mi novia y que si yo me voy ella también viene. Me agobia, le digo «si, hacé lo que quieras» y se va. De nuevo en la cocina de Humberto, que queda en el fondo de Fonrouge, mi vieja gritándome que no me puedo ir porque con quién se va a quedar Elvis? Y ahí me acuerdo que no tengo con quién dejarlo, que no se puede quedar solo porque la casa está vacía. Y lloro.