Voy a visitar a la tía Alicia, y ella llora porque otra tía Alicia se murió.
Estoy en una pileta, rescatando en brazos a una nena, pero cuando estoy llegando a lo playo donde hago pié me resbalo y no sé cómo seguir porque nos podemos ahogar las dos.
Con una amiga compramos un vagón en un tren para hacer eventos, o comidas, o algo comercial. Yo soy mucho más gorda, con ropa vieja y gris. Viene Tía Yani, aparentemente mi socia, con un tapado de piel y anteojos de sol, tipo Lady Gaga. Y me da bronca tener que quedarme haciendo los quehaceres del vagón, pero también reconozco que no puedo ser como ella. La china me consuela.