5 de marzo de 2022

Bajo de un vuelo y me devuelven la mochila que despaché, vacía. Me falta la computadora y yo lloro. Aparece una piba pelirroja, divina, y un amigo coquetea con ella y me ignora a mi. Yo me enojo muchísimo porque me hace quedar como si no fuera suficiente. Agarro mis cosas y me voy del salón de fiestas. Mi mamá y otros familiares me siguen para que me calme y yo intento hacerles saber que no es que mi amigo me gustara, sino que somos amigos y ni me habla por estar como un pajero. Ya en la calle, mi mamá me regala una computadora nueva, con la carcasa rosa metalizada. Le digo que gracias y me emociono muchísimo pero eso no evita que me vaya. Intento parar taxis pero ninguno frena. No es personal con la mina pero no me dan ganas de ser su amiga.

Me voy con Dani y Alex a lo de Dani, que es un edificio un poco más moderno del que vive ahora. Me confiesa que hay un ascensor escondido atrás de una puerta. Subimos, le digo que me quiero bañar, me dice que la pelirroja estuvo en su casa porque se indispuso y dejó todo manchado de sangre. Lo intentaron limpiar pero no sale. Me baño y una chica petisa y flaquita se mete a la ducha conmigo. Me da explicaciones de algo. Después hay unas gemelas rubias hegemónicas que están embarazadas a la vez. Son mis hermanas. Se sacan fotos juntas tipo book, con el pelo lacio volando y en musculosa blanca. Una de ellas es más piola, la otra muy hippie. Me quedo sola con la hippie y le pregunto algo, y a todo me contesta cosas hippies, como que el universo resuelve de formas insospechadas y etc. mientras hace una posición de yoga re complicada. Le digo que me tiene podrida con el hippismo y se ríe.

Bárchufla
Bárchufla