Alguien me recomienda una peli sobre un futuro distópico y me la pongo a ver en la cama de abajo, en la pieza de cuando era chica en Humberto. La cama era en L, la tele estaba abajo de la cabecera de la cama de arriba.
En la peli yo era la protagonista: una chica rapada que vivía en un pueblo reconstruido. Alguien me manda en una especie de misión con un amigo hacía otro lugar. Caminamos un poco, subimos unas colinas pero tenemos que llegar más rápido y mi amigo sugiere que usemos «escuadra». Es un método que consiste en hacer tirolesa por unos cables de la ciudad, usando como gancho una escuadra, una regla simple. Hacer escuadra es divertidísimo, también usamos el envión y corremos, hacemos parkour. Hay muchos lugares con carteles que dicen «vení sola» como unos intentos de sugestión. Mi amigo me dice «nunca vengas sola». Hay gente en las colinas, y cuando pasamos por ahí saltando, también dicen «vení sola». Es un poco creepy y le comento a mi amigo que me da asco. Llegamos por fin a un valle. Una cima de una montaña hermosa, el lugar más verde que vi en mi vida, con algunos vestigios de un mundo un poco roto. Le pregunto a mi amigo si quiere que hagamos el amor. Se ríe, me dice que no pero que podemos besarnos.
Soy un soldado romano, bastante conocido. Llego a una ciudad a cumplir con una tarea de castigo: barrer la ciudadela del templo. Mientras barro, una chica importante de la ciudad me dice que mi enemigo está enterado de que estoy ahí y vendrá a buscarme. Pregunto cuánto tardará, porque no quiero cruzarlo, tengo que terminar de barrer e irme hacía otro lugar, con bastante ventaja de tiempo, en lo posible, dos días.