11 de abril de 2022

Estoy en una mansión muy moderna y domotizada. Es una especie de instituto que dirige Helena Bonham Carter. Tengo que entregar unos escritos pero no me sale, no tengo ganas. Hice algo en una máquina de escribir con tinta turquesa pero no es suficiente. Hay una alumna guituda que es como una líder-bully. Cómo tiene mucha plata, tiene una habitación más grande y con pasadizos internos. Está piba desapareció, no sabemos qué le pasó pero algunes nos metemos en su habitación a investigar. Ahí vemos que tenía un sistema de puntos para premiar y torturar a sus compañeres. También estaba su colección de juguetes de animé y su ropa Kawaii y sus pelucas.

Algo pasa con mis compañeros, sobretodo los varones. Ahora son zombies, aunque con algo de raciocinio pero impulsos de hambre se cerebro. Así que es difícil tenerlos cerca para seguir investigando qué pasó son que te muerdan. Uno se pone re denso y violento, encuentro un cuchillo largo de cortar pan y se lo clavo en el corazón pero mí voz interna me dice «en la cabeza», así que aprovecho que abre la boca y se lo clavo en el paladar. A pesar de que mi voz interior me sigue dando buenos consejos sobre qué hacer en las situaciones de peligro (como cuando me persiguen por el agua y me dice que los patee), mis movimientos son torpes y lentos. Voy corriendo por los límites de la mansión y Helena me persigue. Hay un pasadizo que lleva a un shopping dónde tenía cuenta, e intentamos comprarnos cosas con su crédito. Yo pido unos zapatos. Otro chico, muy alto y grandote, rapado, me re gusta y él gusta de mí, pero no puedo acercarme porque es zombie.

Bárchufla
Bárchufla