Es el velorio de mi mamá. Estoy encerrada en mí habitación, vestida de negro, sentada en la cama con la mirada perdida. Me golpean la puerta y no quiero abrir. Me dicen que tengo que ir a atender a la gente y estar con mis hermanas. Salgo y me acuerdo que tengo que sacar unas cajas con los pedazos del cuerpo de mi mamá. Escucho la voz de ella, que me dice que lo tengo que hacer yo. Son cajas de cartón con manchas de sangre. Algunas personas me quieren ayudar y les digo que ella me pidió que lo haga yo. Entro de nuevo al lugar, mis hermanas son chicas, Fer tiene 14 y Vir 9, aprox. Están al lado de un cajón cerrado, llorando fuerte. Me acerco y las abrazo. Las llevo a otro lugar para que no vean el show de quienes las miran con pena desde lejos. Nos encerramos en la pieza y lloramos las tres, hasta quedarnos afónicas de la bronca.
En la escuela, en los zócalos de arriba de las paredes, me siguen unas figuras en sobre relieve en un carromato romano. Me siguen por todos lados, y nadie más los ve. En un momento me empiezan a disparar flechitas. Me canso y le digo a mi mamá. Mi mamá me dice que se ve que es hora que vaya a rendir cuentas. «No hay nada que quieras saber?». Si, quiero saber cómo murió mi mamá (otra que no es Mariela). Entonces Mariela me dice «Eso te va a costar dos años de entrenamiento, estás segura?». Si. Hace un movimiento de línea recta en el piso y se abre la tierra. «Saltá». Entro y caigo en una plataforma triangular metálica, verde tornasol. Ahí está el diablo esperándome. Le digo que vine para saber cómo murió mi mamá, entonces el diablo me avisa que me va a costar dos años de entrenamiento, y proyecta una imagen de mi otra mamá que es Tilda Swinton, que en vez de piernas, tiene unas colas de sirena pero más largas, y le falta una. Se mantiene erguida enrrollándose sobre si misma. Y tiene un solo brazo con tres dedos, con el que sostiene una espada enorme. En la proyección, Tilda le dice al diablo que vino a cobrar los miembros que le cortó y se enfrenta a duelo con él. Obvio que pierde, quién se enfrentaría al diablo con un solo brazo y una sola pierna?.
Vuelvo a la escuela al otro día, pero en realidad ya pasé dos años de entrenamiento con el diablo. Mis compañeras sorprendidas me dicen que estoy cambiada, que ya no soy como Abigail, que tenía el pelo rubio, lacio y largo. Ahora tengo una melena de rulos negros.