Estoy en una fiesta y tengo que actuar un beso con Mariana Enriquez. Le muerdo la boca al final y le digo algo que denota que me gusta pero que ahora no puedo. Y ella me dice «No entendí». Yo me voy a la sala multipropósitos y ella me sigue. Me dice que se siente muy mal de no haberlo sabido. Le digo que me da vergüenza porque yo pensaba que ella también era bi. Queda todo bien.
La fiesta sigue y se hace la hora de irnos, sé que Leti ya se tiene que despertar. Cae lentamente del techo una casita de muñecas de cartón. Adentro hay una camita con un dibujo de Leti durmiendo. A los minutos la vuelvo a mirar y el dibujo de Leti se lava los dientes. Luego Leti se materializa al lado mío en un estallido de brillitos, y también aparecen algunos muebles de la casita. Es algo que hace para dormir cómoda: se concentra y se vuelve un dibujo en un papel.
Yo lo voy a intentar más tarde, pero ya es hora de irnos. Me pongo la mochila nueva. Todos siguen en la fiesta. Fer viene también con nosotras. Con Leti y Marian hablamos de qué negocio nos pondríamos.